viernes, 26 de noviembre de 2010

Edisson Altuve CRF

Globalización, Pobreza y Desgobierno

Mario H. Concha Vergara

Jueves, 11 de mayo de 2000


Los desorganizados, pero efectivos, movimientos protestatarios contrarios a la Globalización Económica, han usado las nuevas tecnologías de la comunicación, producto de esa misma globalización, como efectivas armas en contra del proceso de la economía única que está siendo impuesta por una suerte de "pensamiento único".

Aquí se demuestra, aunque sea contradictorio, aparentemente, que la Globalización tiene dos aristas muy diferenciadas: podríamos hablar entonces, de una Globalización Positiva y de una Negativa, claro que dependiendo del cristal con que esto se mire y analice.

La red Internet logró poner al mundo al alcance de la mano de las minorías del Tercer Mundo y de las mayorías del mundo postindustrial. Esto sirvió para que los grupos de interés, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), y algunos sobrevivientes partidos políticos, en especial los grupos troskistas liderados por académicos y profesionales amantes de la ecología, defensores de los derechos humanos, de los derechos animales, etc. pudieran hacer escuchar la voz de los cuerdos en un mundo virtualmente atrofiado en el pensamiento.

Lo negativo de la globalización debemos encontrarlo en la gran acumulación de capitales así como en la masificación de la Plusvalía Ideológica. Han desaparecido las tradicionales economías mixtas nacionales, las cuales fueron vorazmente consumidas por la corrupción Latinoamericana, la cual supera a la asiática y africana, se cerraron las grandes industrias con chimeneas, se aventó a millones de trabajadores, entre ellos profesionales, técnicos, gerentes, y obreros especializados a la calle y se concentraron las finanzas en el capital especulativo y el tráfico de droga y lavado de capitales sucios, fenómeno al cual no ha escapado ningún gobierno ni ningún sistema de la región. De tal manera que la economía se ha monopolizado en dos vértices: a) Las Mega Corporaciones Transnacionales, y b) Los Carteles de la Droga.

Todo lo anterior ha significado una rápida globalización de la pobreza con sus esperadas consecuencias: reemergencia de enfermedades que habían sido erradicadas por décadas; por ejemplo la malaria, la Tuberculosis, el dengue, el cólera, la fiebre equina, etc. Otra consecuencia de la pobreza es la disolución de las familias y las altas tasas de criminalidad registradas en la región; en especial en Colombia, Venezuela y México, en donde la acción hamponil se tornó definitivamente incontrolable.

Los graves problemas sociales en Latinoamérica y El Caribe han puesto de manifiesto la ingobernabilidad de muchas de las naciones atacadas por la pobreza casi total de sus habitantes. Colombia y Venezuela se han tornado ingobernables y el gobierno nacional y menos los regionales, no tienen capacidad para reprimir la violencia hamponil, ni para aplicar los mandatos constitucionales en términos de respeto a los Derechos Humanos, ni tienen capacidad de enfrentar objetivamente con políticas sociales el problema del hampa desbordada, creándose de hecho una virtual carencia de Estado de Derecho en ambas naciones; en ellas gobierna el dinero, las balas, y el terror de parte y parte.

Los grupos protestatarios en Seattle, Londres, Washington y posteriormente Londres nuevamente, no quieren que ocurra en sus países el triste y dantesco espectáculo que ocurre en Latinoamérica y El Caribe como consecuencia de la pobreza adquirida por las políticas globalizadoras del neoliberalismo. Ellos, aprovechando, obviamente la globalización de las redes de comunicación, han usado la parte feliz del postmodernismo y a través de Internet están llevando sus planteamientos de alerta en contra de las políticas neoliberales y pidiendo la unidad de las ONG'' y de todas las organizaciones contrarias al imperio de la pobreza y de la miseria.

Otra particularidad de estos grupos es su constante perfeccionamiento ideológico frente a los problemas que se le están presentando a la humanidad. En el trabajo de ellos no hay empirismo, ni piratería ideológica como a la que nos tienen acostumbrados nuestros subdesarrollados líderes. Estos grupos, si bien es cierto aparentan ser ácratas, en absoluto actúan como tales. Conocen de la Ética política como ningunos y su lucha se basa en el Bien Común, usando todas las formas pacíficas de lucha que tengan a su alcance parta hacer oír sus voces y opiniones. La mayoría de los protestatarios Europeos y Norteamericanos son profesionales con altas calificaciones académicas, lo que demuestra que las revoluciones ya no dependen de masas ignorantes, cerebralmente atrofiadas, vengativas y envidiosas que más parecen parte del lumpen-proletariat y del hampa común que parte de la sociedad civil organizada en torno a propuestas éticas. Esta última tipología es la que encontramos en Venezuela, como en la mayoría de las naciones del área, en donde se pretende hacer una revolución muy sui generis, pues se deja de lado a la intelectualidad, a los profesionales y técnicos, se destruye a la clase media y se abren las puertas de las cárceles, tal como lo hiciera en el pasado Benito Mussolini en Italia, Adolfo Hitler en Alemania y Pinochet en Chile, dejando que la hez de la sociedad imponga el terror en los ciudadanos honestos con el fin de controlarlos por el miedo.

Aquí, en Venezuela, existen varios mitos que nadie trata de desmistificar; por ejemplo, el "Mito del pueblo". Este Mito creído, re-elaborado, re-inventado, y re-usado una y otra vez por la demagogia politiquera de la nación establece que para ser pueblo hay que tener las siguientes cualidades: ser muy pobre, ser muy ignorante, tener mucho odio por los ricos, por los profesionales y por los técnicos; ser una persona sin valores familiares, sin valores religiosos, flojo, jugador, etc. Otro de los Mitos que tenemos es que los procesos electorales son muestra fehaciente de democracia, haciéndose caer al Pueblo (todos los ciudadanos) en la trampa del electoralismo el cual como si fuera una droga alucinógena adormece las mentes y evita la protesta - Esta droga electoral tiene tres vertientes: a) el adormecimiento de la población, b) la inducción a la no-participación de gran parte de ella en los destinos de la nación; y c) hace que el individuo crea en el igualitarismo, una perversión que es aprovechada por los grandes demagogos de la historia para poner de su lado a las masas y usarlas para sus oscuros propósitos.

Uno de los Mitos más estúpidos, que hemos escuchado por años y años, manejados por todos nuestros "estadistas" el Mito de la Riqueza. Se insiste una y otra vez en decir que Venezuela es el país más rico del mundo, apoyándose ésta aserción en las riquezas naturales del territorio nacional. Sin embargo, a nadie se le ha ocurrido pensar en la riqueza educacional del país. Nadie sabe a ciencia cierta si tenemos la capacidad de crear ciencia y tecnología o al menos de copiar la existente; a nadie se le ha ocurrido pensar si la capacidad de nuestra fuerza laboral está a la altura de los cambios de los modos de producción de los últimos tiempos; a nadie se le ha ocurrido pedirle, por ejemplo a un candidato a "x" cargo un simple examen antidoping, una declaración de bienes de él y de su entorno inmediato, un examen psiquiátrico, y un examen de comprensión de lectura y entendimiento de algunos problemas nacionales se internacionales.

La riqueza de las naciones está no tanto en los recursos naturales como en los recursos humanos; en caso contrario países como Japón, Taiwan, Holanda, Bélgica, Chile, por poner solo algunos ejemplos de países que tienen muy pocos recursos naturales, no tendrían, las rentas per cápita más importantes de sus respectivos continentes o regiones.

Por otro lado, todo el mundo sabe que en las sociedades modernas, al contrario de las primitivas, la falta de educación lleva a las personas a no distinguir claramente los límites que existen entre los valores éticos del bien y del mal, confundiéndose éstos valores con los simples valores de subsistencia animal. Se cree que en Venezuela más de un 30% de la población es analfabeta funcional y un 11% analfabeta total. No es lo mismo ser analfabeta en una cultura indígena ancestral que mantiene sus valores por muchos siglos, a ser analfabeta en una cultura como la occidental, cristiana y capitalista en donde las normas morales cambian constantemente y la sociedad está en permanente evolución (aunque muchas veces uno se sienta tentado a decir involución). Un indígena no tiene necesidad de robar porque sabe que la propiedad es colectiva. Además no está alienado a la sociedad de consumo porque lisa y llanamente no la conoce y porque no toma más allá de lo que necesita para su supervivencia natural. Lo contrario decide en nuestras capas poblacionales alienadas; ellas hasta matan por un par de zapatos.

La pérdida de los valores éticos y morales de nuestra sociedad es emulada por la masa. La masa poblacional pauperizada por efecto de la corrupción y de la apropiación internacional por medio de la Globalización Económica, se plantea la siguiente interrogante: "si roban mis dirigentes, por qué no he de robar yo...? - A este tipo de razonamiento yo le he llamado el razonamiento moral adeco. ¿Por qué? - Porque el partido Acción Democrática le enseñó a sus seguidores que no importaba que sus líderes robaran, pues la torta alcanzaba para todos y los adecos eran democráticos en esto de robarle al Estado; ellos "dejaban robar". En otras palabras, y la frase se hizo famosa: "los adecos roban pero dejan robar"; mientras que los copeyanos (Socialcristianos) robaban solos.

Venezuela como sociedad ha perdido gran parte de la moral Republicana de esa que hablaba Simón Rodríguez. Obviamente no se puede construir ninguna sociedad libre sin conocer previamente la importancia de los valores éticos por medio de la educación. Se creó una sociedad sumisa, cómplice e irresponsable, en donde todos o cada uno que llega al Poder tratará de mantener el statu-quo para poder seguir "mandando" pues nadie gobierna.

Todos mienten, todos prometen, todos dicen tener las soluciones, todos se las saben todas y quienes tienen una pizca de Poder desprecian a quienes tienen conocimientos, y miran como rara avis a quienes quieren ayudar a construir con ideas, con racionamiento, y con ética. El Poder es un fin en sí mismo. Lo demás importa un rábano o menos que eso.

La justicia no se distingue del Poder Ejecutivo que es el único que manda. Es ésta un brazo más de la conspiración de los necios que mantienen la idea de que un solo necio debe ser el divino Jefe. Mantienen la idea perenne de que "el líder" es la voz del pueblo y por eso se acepta, se permite, y se aplaude que una sola voz sea la voz autorizada de la nación; no importa que esa voz sea inconsecuente, mesiánica, ignorante, mentirosa, oportunista, traidora, irresponsable, ruda, insolvente, audaz y canalla. No importa porque quienes detentan el Poder lo quieren para siempre.

Las clases dominantes en América Latina y El Caribe, con excepción presumiblemente de la Cuba de Fidel Castro, pues allí se vive otra realidad, otro sistema y otros modos de producción, no se han diferenciado en absoluto. Todas tienen el mismo discurso, el cual nos ha llevado a un círculo político que comienza por señalar la pobreza y termina por hacernos más pobres mientras las billeteras de los señores presidentes, ministros, diputados, gobernadores, alcaldes y cuanto patán maneje su ínsula de poder, van engordando con los gruesos billetes ganados con la corrupción. El populismo ha sido el factor común de esta lumpenburguesía que ha manejado por un cuarto de siglo nuestro destino político-económico.

La ignorancia de este lumpen de cuello y corbata ha sido también factor determinante, junto a la Globalización Económica, del quiebre de la economía de nuestras naciones. Individuos, aún con títulos profesionales, profesores universitarios, nos muestran una ignorancia supina, seres completamente estólidos, pontifican en la TV y dictan cátedra en pública sobre su desconocimiento. Por ejemplo, el insigne abogado y profesor universitario, dirigente del Movimiento Quinta República de Venezuela, Omar Meza, manifiesta sin rubor que: " (...) la deuda social venezolana es propia de países dictatoriales como Arabia Saudí, en donde el pueblo llano carece de protección social". Arabia Saudí con una población de 18 millones de habitantes, cuya densidad es de 8 habitantes por kilómetro cuadrado, tiene un PIB equivalente al doble de Venezuela; no se conoce el desempleo y no se puede hablar de dictadura cuando se está frente a una cultura diferente, que se rige bajo cánones culturales religiosos diferentes como es el caso de esa nación que cuenta con una Monarquía Teológica. Opiniones como las vertidas por este profesor son una generalidad en la clase gobernante del país, por lo cual no podemos extrañarnos de la calidad de gobierno si es que existe alguno.

Todos estos fenómenos político-sociales y carencia de valores han conspirado en Venezuela para que el país se olvide del cambio de era y no asuma las nuevas responsabilidades a las cuales somos empujados por el mundo real de la cibernética o la revolución del Microchips. Es más, pareciera que un virus informático atenta en forma permanente en contra de nuestra clase dirigente convirtiéndolos en Zombies. Desde nuestro más alto dirigente, incluyendo a aquellos que creen saber de Ética, hasta el último indigente social, carecen de preparación para asumir los nuevos retos pues arrastran otros tantos Mitos como el de la viveza criolla que no es otra cosa que flojera mental: "ya nadie lee"; el de "la riqueza nacional" en donde nadie hace nada esperando seguramente que la transformación de la naturaleza no se haga por medio del trabajo sino que por medio de un milagro; el de la democracia: "vota una minoría" y creen que deciden.

El Mito de la Amistad; éste es sin duda el mito más peligroso manejado por la sociedad venezolana pues con él todo el mundo se ha transformado en cómplice de las vagabunderías de los demás. Se ha llegado a creer que la solidaridad automática con un delincuente es signo de amistad o de Poder. Esto ha tenido como consecuencia que el país caiga en manos de un grupo de pillos en otro, quienes tras el único interés de apoderarse de los bienes del Estado, al cual ellos obviamente no lo consideran como la institución que reúne al Pueblo que dicen representar, y gobernarlo de tal manera que la pillería, la mediocridad, la indecencia, y la total antiética sean percibidas como hechos normales en la sociedad.

Así dadas las cosas, nos han transformado de una sociedad pobre en una pobre sociedad, incapaz de reaccionar ante lo insólito pues ha terminado subyugada e hipnotizada por la mediocridad reinante y aceptando todo lo que se le diga, lo que se le haga, y lo que se le ponga por delante, así sean espejitos de colores...

Mientras esto nos sucede, en el mundo real, en ese que estudia, que se educa, que siente, que piensa, que crea, se trabaja intensamente para buscar la equidad y defender el derecho a ser libres y el derecho a no ser explotados. Se defiende el derecho a respirar un aire puro, el derecho a la no-contaminación de los ríos, bosques y montañas. Allí se prepara el futuro, algo tan simple que aquí no se ve por la maraña de arácnidos voraces que detentan lo que ellos creen es el Poder.

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